TRÍO II, YO LA LLEVO...
Esta vez yo tomé la iniciativa. Care’ palo me metí a LaNación.cl- Mercado del Placer y estampé el siguiente aviso: “Mujer apasionada con pareja, desea tener una relación íntima tridimensional con mujer entre 20 y 30 años”.
Me pareció un tanto cursi esto de ”relación tridimensional” queriendo significar TRÍO. Así que rehice el anuncio y quedó igual pero en vez de las tres dimensiones dice simplemente TRÍO. Y me senté a esperar. No llegó un mensaje: llegaron 129 en 10 días.
Tantas que decidí borrarme drásticamente del portal cochino.
Con mi amor empezamos a seleccionar y desechar entre las 129:
- por mala ortografía.
- por poca imaginación en las respuestas.
- por demasiado osadas.
- por ser notoriamente escritas por hombres.
- por locas.
- por nuestra intuición masculina como femenina.

Fue así como llegamos a 52 favoritas. De ahí siguió la comunicación vía mail pidiéndole fotos. Fotos actuales. Ese colador nos hizo disminuir la oferta a 12 bombones que a los dos nos fascinaron. Qué hacer ahora con 12 hembras con ansias de conocernos, de gozarnos, de deleitarnos. Es decir, 12 = 1 por mes. No está mal. Llevándolo a términos numéricos – mi pololo es experto en eso – se trataba de lo siguiente:
1.- Invitación para conocernos...............$ 28.500.-
2.- Motel para tres..........................$ 39.500.-
3.- Otras invitaciones.......................$ 57.000
3.- Estacionamientos y otros.................$ 16.000.-
_________
SUB TOTAL MENSUAL............................$ 141.000.-
$54.000 por 12 (una al mes)=.................$ 1.692.000.-
-Chucha- Exclamó Ramiro. Pero eran demasido ricas, opinábamos los 2.
Así que se fue a su Banco y habló con su ejecutiva.
Le contó la firme. – Necesito un “palo y seis” para satisfacer los deseos eróticos de mi polola y yo por todo el 2.005. La ejecutiva creyendo que la embromaba le siguió la corriente, mientras pensaba: “Don Ramiro, siempre tan bromista, pero tan buen cliente”...Y sin más te pasó el “palo y seis”.
Teníamos las minas y teníamos la plata. A proceder se ha dicho. Fuimos sinceros con cada una de ellas: la cuestión duraría un mes, sólo un mes.
La complicación vino cuando Ximena, Lucía, Emilia y Rosalba se enamoraron de mi y yo de ellas resistiéndonos a separarnos. Ramiro sólo se interesaba en tirar y no ponía en jaque su corazón, mi amorcito. Para terminar el año y acabar con los romances estériles tuvimos que implementar una solución absolutamente pragmática. Arrendamos una casa e hicimos una partuza con todos mis amores y Ramiro.
Para la ocasión él se vistió de jeque saudí, tomó harto Viagra y finalmente se portó como un rey. Yo por mi parte, además de subirle los bonos a mi jeque, me desenamoré de todas tan fácilmente como me había enamorado. Una cosa es de a tres y otra es más en plural. Me molestaron ciertas actitudes de algunas, ciertos celos de otras, ciertos rictus de unas, en fin, todo lo que sucede cuando estamos en multitud y quieres llamar la atención.
Además mi personal trainer había retornado de su post-grado anual en Michigan y me esperaba ansiosa, contándome que las gringas son re-fomes en la cama.
Me pareció un tanto cursi esto de ”relación tridimensional” queriendo significar TRÍO. Así que rehice el anuncio y quedó igual pero en vez de las tres dimensiones dice simplemente TRÍO. Y me senté a esperar. No llegó un mensaje: llegaron 129 en 10 días.
Tantas que decidí borrarme drásticamente del portal cochino.
Con mi amor empezamos a seleccionar y desechar entre las 129:
- por mala ortografía.
- por poca imaginación en las respuestas.
- por demasiado osadas.
- por ser notoriamente escritas por hombres.
- por locas.
- por nuestra intuición masculina como femenina.

Fue así como llegamos a 52 favoritas. De ahí siguió la comunicación vía mail pidiéndole fotos. Fotos actuales. Ese colador nos hizo disminuir la oferta a 12 bombones que a los dos nos fascinaron. Qué hacer ahora con 12 hembras con ansias de conocernos, de gozarnos, de deleitarnos. Es decir, 12 = 1 por mes. No está mal. Llevándolo a términos numéricos – mi pololo es experto en eso – se trataba de lo siguiente:
1.- Invitación para conocernos...............$ 28.500.-
2.- Motel para tres..........................$ 39.500.-
3.- Otras invitaciones.......................$ 57.000
3.- Estacionamientos y otros.................$ 16.000.-
_________
SUB TOTAL MENSUAL............................$ 141.000.-
$54.000 por 12 (una al mes)=.................$ 1.692.000.-
-Chucha- Exclamó Ramiro. Pero eran demasido ricas, opinábamos los 2.
Así que se fue a su Banco y habló con su ejecutiva.
Le contó la firme. – Necesito un “palo y seis” para satisfacer los deseos eróticos de mi polola y yo por todo el 2.005. La ejecutiva creyendo que la embromaba le siguió la corriente, mientras pensaba: “Don Ramiro, siempre tan bromista, pero tan buen cliente”...Y sin más te pasó el “palo y seis”.
Teníamos las minas y teníamos la plata. A proceder se ha dicho. Fuimos sinceros con cada una de ellas: la cuestión duraría un mes, sólo un mes.
La complicación vino cuando Ximena, Lucía, Emilia y Rosalba se enamoraron de mi y yo de ellas resistiéndonos a separarnos. Ramiro sólo se interesaba en tirar y no ponía en jaque su corazón, mi amorcito. Para terminar el año y acabar con los romances estériles tuvimos que implementar una solución absolutamente pragmática. Arrendamos una casa e hicimos una partuza con todos mis amores y Ramiro.
Para la ocasión él se vistió de jeque saudí, tomó harto Viagra y finalmente se portó como un rey. Yo por mi parte, además de subirle los bonos a mi jeque, me desenamoré de todas tan fácilmente como me había enamorado. Una cosa es de a tres y otra es más en plural. Me molestaron ciertas actitudes de algunas, ciertos celos de otras, ciertos rictus de unas, en fin, todo lo que sucede cuando estamos en multitud y quieres llamar la atención.
Además mi personal trainer había retornado de su post-grado anual en Michigan y me esperaba ansiosa, contándome que las gringas son re-fomes en la cama.